Mal contados, se han quedado con seis o siete. Supongo que luego los volverán a contratar de figurantes cuando la Pasión. ¿Quién seis? Que no semos seis, que semos siete. Los guardias los colocamos de soldados
romanos, uno de centurión; la mula, de borriquilla; al negro lo blanqueamos un poco y puede hacer de Pilatos y el chino de Barrabás. Oye, pues puede salir la cuenta, y luego... al paro. (Bueno, como llegaría el
verano los colocamos en un chiringuito.)