Van dos de Lepe al
hospital de la ciudad, y al pasar por la planta de partos ven al
médico con un recién nacido agarrado por los pies y dándole en el culo.
El bebé berreando como un condenado y los paletos asustados.
Joder Paco, vaya ostias que pegan a los niños en la ciudad...
Sí, pero se lo tenía merecido. ¡Mira dónde se había metido!.