Con la que ayer vivía llena de complejo.
Y evolucionó ¡tanto! que decidió cambiar.
En la de hoy no queda, ni el pálido
reflejo.
Y no estoy dispuesta ya a renunciar.
A este amor hallado, aunque parezca complejo.
Que nuestros sentimientos hicieron despertar.
Me ciño el vestido y me acerco al
espejo.
Me brillan los ojos, pero ¡no quiero llorar!
Imagino un día, seguida de un cortejo.