Sólo por hoy
abrazaré tu ausencia,
me enredaré en tus brazos,
te dejaré sentir mi perfume
y el roce suave de mis manos.
Susurraré en tu oído
mi deseo renovado
y te robaré un suspiro
mientras te muerdo los labios.
Sólo esta noche
liberaré mis ganas
para que encuentren las tuyas
deambulando en tu cama.
Reavivaré tu pasión,
escribiendo en tu espalda,
y encenderé a mi antojo
en tu cuerpo puras llamas.
Sólo mañana
despertarás satisfecho,
sin saber si fui real,
o fue sólo un recuerdo.
Porque aún en la distancia,
y tan lejos en el tiempo,
sigo siendo la mujer
que te hace arder en su fuego.
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