La sobrina del párroco regresa a su
casa después de mucho tiempo de haberse ido. El tío comienza a regañarla, diciéndole:
- ¿Dónde estuviste tanto tiempo, desgraciada? Porque ni siquiera escribías. Tu madre ha estado desesperada.
La muchacha, llorando, le contesta:
-Perdonadme todos, me tuve que hacer prostituta.
- ¡Largo de aquí, desvergonzada! ¡Mala mujer, Dios te castigará!
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