Ulises y Circe, la Hechicera
Con solo un navío, abatidos y tristes por la experiencia sufrida, Ulises y sus hombres navegaron varios días hasta llegar a la isla Eea. Una vez allí, se recostaron en la
playa llorando y lamentándose apesadumbrados por no poder volver a su patria, Itaca.
Ulises trató de darles ánimo pero no lograba reanimarlos. Entonces, se dirigió hasta lo alto una colina y desde allí pudo divisar a lo lejos una
columna de humo que ascendía hasta perderse en el
cielo azul. Era
... (ver texto completo)