Parado a un lado de la
carretera, un policía de tráfico está a la espera de algún infractor. De repente ve un
coche que pasa a paso de tortuga. El radar indica que va a 22 Km./h. El policía piensa:"Este conductor es al menos igual de peligroso que uno que corre en exceso". Se monta en la
moto, enciende las luces y la sirena y detiene al infractor. Cuando se acerca al automóvil se percata que hay cinco viejecitas dentro, dos adelante, y tres en el asiento trasero, con unos ojos grandes como platos
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