Ni siquiera un fuego en la pradera puede destruir la hierba, que crecerá de nuevo cuando sople la brisa de
primavera.
Ninguna fuerza puede estrangular las nuevas cosas llenas de vitalidad.
Lit: Es imposible quemar definitivamente la hierba de la pradera, que revivirá a las caricias de la brisa
primaveral. (versos de Bai Juyi, de la dinastía Tang)