Una educada doncella decidió poner elegantemente freno a los avances de un apasionado caballero, a través de la siguiente carta:
Estimado admirador ardiente:
Es una gran y profunda tristeza el no poder co-
rresponderle sus arrebatos de pasión. Soy mu-
jer sin grandes pretensiones, pero no podría po-
ner fecha para desposar a tan gran hombre, ni te-
nerla siquiera con usted en este apasionado momento.
Tienen sus progenitores, sus hermanos y también su des-
dichada hermana una profunda pena. Posee una tan a-
preciable persona, una enorme razón para sentirse mise-
ricordioso ante mi falta de amor. Usted es el mas admi-
rable entre todos los seres humanos que nos rodean.
Como toda mujer, es mi mas ferviente anhelo poder
elegir bien, y creo que a su debido tiempo sabré es-
cojer el mas generoso e ilustre de todos los miembros
masculinos de nuestra comunidad. Ese ser amado busco,
pero esto es imposible que usted me lo proporcione.
Antes que nada, usted debe buscar entender que su se-
cular educación le ayudará, y que este severo exá-
men debe ser volcado sobre alguna otra fuente de de-
puración espiritual. Usted ciertamente pertenece a una
generación innovadora, como también lo cree mi madre.
En el caso de que le haya quedado alguna duda...
solo lea los renglones impares de cada párrafo.
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