Una educada doncella decidió poner elegantemente freno a los avances de un apasionado caballero, a través de la siguiente carta:
Estimado admirador ardiente:
Es una gran y profunda tristeza el no poder co-
rresponderle sus arrebatos de pasión. Soy mu-
jer sin grandes pretensiones, pero no podría po-
ner fecha para desposar a tan gran hombre, ni te-
nerla siquiera con usted en este apasionado momento.
Tienen sus progenitores, sus hermanos y también su des-
... (ver texto completo)