EL JANNAH, O PARAÍSO MUSULMÁN
Iblis, para los musulmanes, es quien tienta a los seres humanos con su susurro, colocando ideas pecaminosas en su cabeza y brindándoles falsas sugerencias. Se cree que en el Fin de los Tiempos será recluido en el Jahannam junto a quienes hayan cedido a sus tentaciones, desobedeciendo el mensaje verdadero de Alá.
Por el contrario, quienes hayan superado con éxito una vida recta, serán recompensados con los placeres de el Jannah, el Paraíso o cielo del Islam.
El Corán no representa a Iblis como el enemigo de Alá, porque este último es el Ser Supremo que se ubica por sobre todas sus creaciones; Iblis es apenas una de ellas. Todos los “buenos” y “malos” fueron ideados por el mismo Alá y sólo Él podrá salvar a la Humanidad de sus males.
Una creencia comúnmente compartida entre el Islam y el Cristianismo es que la existencia universal del mal en las vidas personales es generalmente experimentada como consecuencia de las acciones diabólicas.
Iblis, para los musulmanes, es quien tienta a los seres humanos con su susurro, colocando ideas pecaminosas en su cabeza y brindándoles falsas sugerencias. Se cree que en el Fin de los Tiempos será recluido en el Jahannam junto a quienes hayan cedido a sus tentaciones, desobedeciendo el mensaje verdadero de Alá.
Por el contrario, quienes hayan superado con éxito una vida recta, serán recompensados con los placeres de el Jannah, el Paraíso o cielo del Islam.
El Corán no representa a Iblis como el enemigo de Alá, porque este último es el Ser Supremo que se ubica por sobre todas sus creaciones; Iblis es apenas una de ellas. Todos los “buenos” y “malos” fueron ideados por el mismo Alá y sólo Él podrá salvar a la Humanidad de sus males.
Una creencia comúnmente compartida entre el Islam y el Cristianismo es que la existencia universal del mal en las vidas personales es generalmente experimentada como consecuencia de las acciones diabólicas.