La leyenda judía lo retrató como el poderoso caballo de Nimrod. Pegaso apareció en las monedas de Corinto desde 500 hasta 430 A. de C., y desde el 350 hasta el 338 A. de C. También estaba en las monedas de Cartago, donde aparecía con un sol o un disco alado y serpientes en su torso. En una moneda de Carbona aparece como una figura alada, así como en una gema del Eúfrates, en la que también tiene cabeza de toro y tres estrellas en el campo. Una moneda de Panormo (actualmente Palermo), muestra la cabeza del caballo. El caballo con la brida, usado como figura de un barco, mostraba sólo la cabeza y los cuartos delanteros. Otro origen considerado es el egipcio, proveniente de Pag (cesar) y Sus (un velero); esto simbolizaba el cese de la navegación por el cambio de la corriente del Nilo. A partir de esto, Pegaso fue considerado en esos países como el emblema celestial de una nave. En la antigua obra, 'La destrucción de Troya’, leemos sobre un ‘barco construido por Perseo llamado Pegaso, que se parecía a un caballo volador’.