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Desayuno andaluz
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Desayuno andaluz que consta de Mollete antequerano con aceite de oliva y café. El tradicional desayuno andaluz, es un tipo de desayuno ligero, que consta principalmente de una pieza de pan, untada con manteca colorá o bien aceite de oliva, acompañado con tomate y sal, y de beber leche o café.[1]

Origen e Ingredientes [editar]Tiene orígenes en los jornaleros andaluces, que aprovechaban los pocos recursos de los que disponían.

El pan con aceite consta de una rebanada de pan candeal tostada con aceite de oliva virgen, sal, y en ciertas ocasiones, ajo.
El pan con manteca consta de pan tostado, y manteca blanca o manteca colorá, que puede incluir o no, trozos de lomo de cerdo adobado (en caso de incluir se suele designar a esta manteca Pella o manteca con zurrapa).
Los churros, generalmente se dejan para el fin de semana y se compran en churrerías. Tradicionalmente van atados en una rama de junco.
Como pan, es muy popular el llamado mollete antequerano, un pan redondo y aplastado y de corteza blanda, que se sirve tostado, tanto con aceite como con manteca.

Servir [editar]Se suele servir de forma muy sencilla, el pan se tuesta ligeramente hasta que quede crujiente y algo aspero en su superficie, en este caso se suele romper la tostá con una cuchara para que pueda penetrar el aceite un poco más y luego se vierte un chorro con una alcuza. Dependiendo de los gustos, antes de verter el aceite de oliva hay gente que le frota un diente de ajo y le echa un poco de sal.

El desayuno en la actualidad [editar]Hoy en día es tan popular que no se constriñe a la comunidad autónoma de Andalucía sino que se puede obtener un desayuno andaluz en cualquier parte del territorio, sobre todo en las cafeterías, donde hay instalados unos pequeños hornos eléctricos para tostar el pan.

En los últimos años se ha vuelto muy popular la pulpa de tomate triturado para acompañar al pan con aceite. También se está extendiendo la costumbre de acompañar el pan con algo más que con aceite de oliva. Por ejemplo son famosas las tostadas que se acompañan de jamón de cocido, jamón serrano o ibérico. Todas ellas con o sin tomate triturado o en rodajas. También son típicas las tostadas de paté, de mantequilla con mermelada o queso.