Accidente doméstico
Un matrimonio llega a la admisión de urgencias del centro de salud de su barrio. El marido con el pene en la mano y su mujer con una gran quemadura en el hombro y la cabeza llena de chichones. Cuando el médico les ve les pregunta:
- ¿Qué les ha pasado que vienen así?
- Ha sido un accidente doméstico.
- ¿Un accidente doméstico y vienen de esta manera? ¿Cómo ha sido?
- Pues verá, esta mañana salí de casa hacia el trabajo, y cuando eran aproximadamente las 12 vi que había olvidado coger unos documentos. Así que volví a recogerlos. Cuando llegué a la cocina encontré a mi mujer desnuda haciendo una tortilla de patatas. La acaricié con tanta ternura que ella se volvió hacia mí y empezó a besarme en el cuello. Fue bajando y besándome hasta introducir mi pene en su boca. Entonces vi que la tortilla de patatas se quemaba, cogí la sartén por el mango elevándola para darle la vuelta en el aire, con tan mala suerte que no acerté al bajarla, y le cayó a mi mujer en la espalda. Ella al quemarse apretó los dientes y me mordió en el pene, y yo para que me soltara cogí el rodillo de cocina y le dí unos cuantos golpes en la cabeza.
Un matrimonio llega a la admisión de urgencias del centro de salud de su barrio. El marido con el pene en la mano y su mujer con una gran quemadura en el hombro y la cabeza llena de chichones. Cuando el médico les ve les pregunta:
- ¿Qué les ha pasado que vienen así?
- Ha sido un accidente doméstico.
- ¿Un accidente doméstico y vienen de esta manera? ¿Cómo ha sido?
- Pues verá, esta mañana salí de casa hacia el trabajo, y cuando eran aproximadamente las 12 vi que había olvidado coger unos documentos. Así que volví a recogerlos. Cuando llegué a la cocina encontré a mi mujer desnuda haciendo una tortilla de patatas. La acaricié con tanta ternura que ella se volvió hacia mí y empezó a besarme en el cuello. Fue bajando y besándome hasta introducir mi pene en su boca. Entonces vi que la tortilla de patatas se quemaba, cogí la sartén por el mango elevándola para darle la vuelta en el aire, con tan mala suerte que no acerté al bajarla, y le cayó a mi mujer en la espalda. Ella al quemarse apretó los dientes y me mordió en el pene, y yo para que me soltara cogí el rodillo de cocina y le dí unos cuantos golpes en la cabeza.