Dos
amigos hablando:
- Imagínate el polvo que eché el otro día con mi mujer, que el
Cristo que tenemos colgado encima de la cama, empezó a aplaudir.
- ¡Eso no es nada! Yo tengo un cuadro de la Ultima Cena, y echamos un polvo de tal calibre, que los apóstoles nos hicieron la ola.