Sale la pareja de recién casados del
salón de celebraciones y al ir a montar al
coche todos empiezan a gritar:
- ¡Arriba la novia! ¡Arriba el novio!
Un invitado que no entendía que se trataba de gritos de júbilo, replicó:
- ¡Dejad a ellos que lo hagan como mejor les plazca!