Un hombre de ciudad "del este" esta haciendo un viaje por el salvaje oeste. Lleva ya varios dias sin cagar, porque es demasiado fino y elegante para hacerlo en mitad del campo, donde hay animales y ninguna intimidad.
Llega a un campamento, en el borde de la civilizacion, y procurando no hacerselo encima, se mete en el salon y pregunta al camarero por los servicios. La gente se medio descojona de el, pero el camarero le dice:
- Por esa puerta, caballero.
El tio sale por esa puerta y se encuentra en un patio donde el olor es insoportable, y hay dos montañas enormes de mierda. Subido a un de ellas hay un cowboy con los pantalones bajados, en plena actuacion, que le saluda
alegremente. El elegante viajero se resigna, a pesar del asco que le da el sitio, asi que se acerca al otro monton y empieza su numerito.
Entonces el cowboy que estaba cagando en el primer monton adopta un aire un poco raro, como cabreado... acaba de cagar, se sube los pantalones y se despide del viajero diciendole:
"Que, recien llegado al pueblo, no?".
Luego se mete en el salon, y le dice al camarero:
- Oye, Sam, ya esta bien la broma, no, a ver si no mandas mas lechuguinos al servicio de las mujeres!
Llega a un campamento, en el borde de la civilizacion, y procurando no hacerselo encima, se mete en el salon y pregunta al camarero por los servicios. La gente se medio descojona de el, pero el camarero le dice:
- Por esa puerta, caballero.
El tio sale por esa puerta y se encuentra en un patio donde el olor es insoportable, y hay dos montañas enormes de mierda. Subido a un de ellas hay un cowboy con los pantalones bajados, en plena actuacion, que le saluda
alegremente. El elegante viajero se resigna, a pesar del asco que le da el sitio, asi que se acerca al otro monton y empieza su numerito.
Entonces el cowboy que estaba cagando en el primer monton adopta un aire un poco raro, como cabreado... acaba de cagar, se sube los pantalones y se despide del viajero diciendole:
"Que, recien llegado al pueblo, no?".
Luego se mete en el salon, y le dice al camarero:
- Oye, Sam, ya esta bien la broma, no, a ver si no mandas mas lechuguinos al servicio de las mujeres!