Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
El gato no nos acaricia, se acaricia contra nosotros.
La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo.
El que escucha música siente que su soledad, de repente, se puebla.
En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma.