Piden Exhumar a su Madre por una Psicofonía
Una familia ha pedido al juez de guardia número 6 de Granada una autorización judicial para exhumar los restos de su madre, ya que aseguran que en una psicofonía grabada en un móvil la difunta les pide que le quiten del pecho la cruz con la que había sido enterrada. El juez les pidió que consultaran con un cura.
Según el testimonio de la hija de la fallecida, la difunta lleva una semana comunicándose con ellos a través del móvil. Explicó que no saben de dónde provienen los mensajes de su madre, y añadió que cuando algún miembro de la familia graba algo en su móvil "lo que se reproduce es la voz de mi madre diciendo: ven, ven, la cruz". Además, según Cortés, su abuelo y su tío, enterrados en la misma tumba que su madre, también envían mensajes sonoros a través de los móviles familiares.
El juez, que atendió durante tres minutos a los miembros de la familia y llego a escuchar las psicofonías, les explicó que él no tenía competencias para decidir en un asunto de esta índole y les recomendó que trasladaran su petición a un cura o al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Filomena Gómez falleció en el 2003, cuando tenía cincuenta y cinco años, de un cáncer de hígado.
Una familia ha pedido al juez de guardia número 6 de Granada una autorización judicial para exhumar los restos de su madre, ya que aseguran que en una psicofonía grabada en un móvil la difunta les pide que le quiten del pecho la cruz con la que había sido enterrada. El juez les pidió que consultaran con un cura.
Según el testimonio de la hija de la fallecida, la difunta lleva una semana comunicándose con ellos a través del móvil. Explicó que no saben de dónde provienen los mensajes de su madre, y añadió que cuando algún miembro de la familia graba algo en su móvil "lo que se reproduce es la voz de mi madre diciendo: ven, ven, la cruz". Además, según Cortés, su abuelo y su tío, enterrados en la misma tumba que su madre, también envían mensajes sonoros a través de los móviles familiares.
El juez, que atendió durante tres minutos a los miembros de la familia y llego a escuchar las psicofonías, les explicó que él no tenía competencias para decidir en un asunto de esta índole y les recomendó que trasladaran su petición a un cura o al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Filomena Gómez falleció en el 2003, cuando tenía cincuenta y cinco años, de un cáncer de hígado.
