Una monjita se sentia muy cansada de tanto caminar, decide tomar un descanso y se sienta en un banco de un parque. Al poco rato llega una prostituta y se sienta junto a ella y dice: al fin juntas. La monjita sorprendida le responde: disculpeme señorita pero a ud no la conozco. La prostituta imediatamente responde: A ud. no le hablaba, le hablaba a mis piernas.