Dos monjas van con su camioneta con los productos del convento de la granja para vender. Por el camino recogen a dos autoestopistas que resultan ser dos ladrones que les roban.
Presentan la denuncia y cuando están a punto de irse una monja le dice a la otra:
-Hermana, dígale también al comisario que nos querían envenenar.
-Cómo es eso? pregunta el comisario-
-Sí, porque uno de los ladrones le decía al otro:
-Oye, y si les echamos unos polvos?
Presentan la denuncia y cuando están a punto de irse una monja le dice a la otra:
-Hermana, dígale también al comisario que nos querían envenenar.
-Cómo es eso? pregunta el comisario-
-Sí, porque uno de los ladrones le decía al otro:
-Oye, y si les echamos unos polvos?