- Iba Caperucita camino donde su abuelita, de repente, se le aparece el lobo con una bolsa de dulces.
¡Eh, Caperucita! ¿Si te doy un dulcito, me das un besito?
Y le contesta la Caperucita:
Dame la bolsa y te hago una mamada.
¡Eh, Caperucita! ¿Si te doy un dulcito, me das un besito?
Y le contesta la Caperucita:
Dame la bolsa y te hago una mamada.