Templos y liturgia
Las únicas decoraciones permitidas en una mezquita son motivos abstractos o a la repetición de los noventa y nueve nombres de Alá. Un templo hindú es un inmenso bazar espiritual: Shiva y sus seis brazos, Ganesh y su cabeza de elefante... jóvenes vírgenes, representaciones eróticas, etc. Los musulmanes, en cambio, se reúnen para una oración semanal común, inclinándose todos juntos, en dirección a la Meca, recitan los versículos del Corán. El hindú reza solo, eligiendo su dios personal, emanación de un único dios en un basto panteón de divinidades.
Las únicas decoraciones permitidas en una mezquita son motivos abstractos o a la repetición de los noventa y nueve nombres de Alá. Un templo hindú es un inmenso bazar espiritual: Shiva y sus seis brazos, Ganesh y su cabeza de elefante... jóvenes vírgenes, representaciones eróticas, etc. Los musulmanes, en cambio, se reúnen para una oración semanal común, inclinándose todos juntos, en dirección a la Meca, recitan los versículos del Corán. El hindú reza solo, eligiendo su dios personal, emanación de un único dios en un basto panteón de divinidades.