
El absoluto
El concepto de absoluto aparece ligado al trabajo de pensadores idealistas de la talla de Schelling, Hegel y Espinoza. En efecto, para la tradicción occidental, lo absoluto se entiende como aquello que es por sí mismo, por independiente e incondicionado. La noción se contrapone a lo relativo, lo dependiente y lo condicionado.
Si el absoluto es un ser, entonces, ese ser perfecto en cualquier aspecto se identifica con la noción filosófica de divinidad.
La aproximación intelectual a la idea de absoluto ha tenido no pocas veces la intención de comprender su esencia: ¿existe un único absoluto?, ¿es trascendente? ¿es inmanente?
De hecho, la diversidad religiosa, de la mano de la realidad histórica y cultural, ha construído diferentes nociones de divinidad. El absoluto puede ser percibido como trascendente esto es, elevado por encima del mundo, manifestándose como Otro, independiente y ordenado o inmanente como substancia misma del Universo siendo inseparable de éste. Naturalmente, la concepción trascendente es más afin a la noción de las grandes religiones occidentales. Dios el absoluto perfecto, impersonal o suprapersonal, pero independiente de la creación. Así, Dios es venerado como Uno en las religiones monotístas o como varios, de acuerdo a sus diversas manifestaciones. Para la noción inmanente de Dios, más próxima al panteísmo, Dios es la creación misma.
El concepto de absoluto aparece ligado al trabajo de pensadores idealistas de la talla de Schelling, Hegel y Espinoza. En efecto, para la tradicción occidental, lo absoluto se entiende como aquello que es por sí mismo, por independiente e incondicionado. La noción se contrapone a lo relativo, lo dependiente y lo condicionado.
Si el absoluto es un ser, entonces, ese ser perfecto en cualquier aspecto se identifica con la noción filosófica de divinidad.
La aproximación intelectual a la idea de absoluto ha tenido no pocas veces la intención de comprender su esencia: ¿existe un único absoluto?, ¿es trascendente? ¿es inmanente?
De hecho, la diversidad religiosa, de la mano de la realidad histórica y cultural, ha construído diferentes nociones de divinidad. El absoluto puede ser percibido como trascendente esto es, elevado por encima del mundo, manifestándose como Otro, independiente y ordenado o inmanente como substancia misma del Universo siendo inseparable de éste. Naturalmente, la concepción trascendente es más afin a la noción de las grandes religiones occidentales. Dios el absoluto perfecto, impersonal o suprapersonal, pero independiente de la creación. Así, Dios es venerado como Uno en las religiones monotístas o como varios, de acuerdo a sus diversas manifestaciones. Para la noción inmanente de Dios, más próxima al panteísmo, Dios es la creación misma.