Medea, amante y hechicera
Medea era una despiadada hechicera de gran caracter pero estaba perdidamente enamorada de Jasón. Al pensar que estaba conspirando con su hermano Apsirto para dejarla en la tierra, se encendió de rabia, queriendo inciendiar el Argo y lanzarse ella misma a las llamas.
Aunque Medea utilizaba sus poderes mágicos para ayudar a Jasón, éste le tenía miedo. Su ayuda era fundamental (no solo realizó el encantamiento de la serpiente que custodiaba el Bellocino sino que volvió a Esón, el padre de Jasón a la juventud perdida, reemplazando la sangre de sus venas con una poción mágica). También expulsó al usurpador Pelias, persuadiéndolo de que también le rejuvenecería a él. Pero tan pronto como sus hijas le habían cortado en trozos como ella había ordenado, lo hirvió ahí nomás en su caldero, negándose a devolverle la vida. Tras ser rechazada por Jasón y tomarse su terrible venganza... Medea se desposó con el rey Egeo de Atenas, donde participaría en los mitos de otro héroe: Teseo.
Medea era una despiadada hechicera de gran caracter pero estaba perdidamente enamorada de Jasón. Al pensar que estaba conspirando con su hermano Apsirto para dejarla en la tierra, se encendió de rabia, queriendo inciendiar el Argo y lanzarse ella misma a las llamas.
Aunque Medea utilizaba sus poderes mágicos para ayudar a Jasón, éste le tenía miedo. Su ayuda era fundamental (no solo realizó el encantamiento de la serpiente que custodiaba el Bellocino sino que volvió a Esón, el padre de Jasón a la juventud perdida, reemplazando la sangre de sus venas con una poción mágica). También expulsó al usurpador Pelias, persuadiéndolo de que también le rejuvenecería a él. Pero tan pronto como sus hijas le habían cortado en trozos como ella había ordenado, lo hirvió ahí nomás en su caldero, negándose a devolverle la vida. Tras ser rechazada por Jasón y tomarse su terrible venganza... Medea se desposó con el rey Egeo de Atenas, donde participaría en los mitos de otro héroe: Teseo.