El nombre secreto de Ra
Ra creo al mundo por medio de palabras. Sin embargo, una de las palabras, su nombre secreto, la guardó para sí.
Isis, la hija de Geb y Nut, la tierra y el cielo, y esposa de Osiris, decidió aprenderse los nombres de todas las cosas, para ser tan grande como el propio Ra. Finalmente, la única palabra que desconocía era el nombre secreto de Ra.
Para engañar a Ra y que éste le diera su nombre, Isis guardó la saliva que había salido de su boca cuando día tras día cruzaba el cielo (ya era anciano y babeaba) y le dio forma de serpiente que dejó en su camino.
Invevitablemente, lo mordió a Ra y emitiendo un grito terrible tembló y la vista se le nubló.
Aprovechando su dolor, Isis le ofreció un antídoto si accedía a decirle el nombre... entonces por fin hizo pasar su nombre desde su corazón al de ella, dándole poder sobre él.
Utilizando en nombre de Ra, ordenó que el veneno fuese eliminado, dejándolo sano y salvo.
EL texto de este relato también tenía efecto de conjuro ante los envenenamientos. Si se reciba el texto ante las imágenes de Isis, Horus y otros dioses, y si se le hacía comer al paciente un papel en el que se había escrito el conjuro, se le garantizaba tener éxito un millón de veces.
Ra creo al mundo por medio de palabras. Sin embargo, una de las palabras, su nombre secreto, la guardó para sí.
Isis, la hija de Geb y Nut, la tierra y el cielo, y esposa de Osiris, decidió aprenderse los nombres de todas las cosas, para ser tan grande como el propio Ra. Finalmente, la única palabra que desconocía era el nombre secreto de Ra.
Para engañar a Ra y que éste le diera su nombre, Isis guardó la saliva que había salido de su boca cuando día tras día cruzaba el cielo (ya era anciano y babeaba) y le dio forma de serpiente que dejó en su camino.
Invevitablemente, lo mordió a Ra y emitiendo un grito terrible tembló y la vista se le nubló.
Aprovechando su dolor, Isis le ofreció un antídoto si accedía a decirle el nombre... entonces por fin hizo pasar su nombre desde su corazón al de ella, dándole poder sobre él.
Utilizando en nombre de Ra, ordenó que el veneno fuese eliminado, dejándolo sano y salvo.
EL texto de este relato también tenía efecto de conjuro ante los envenenamientos. Si se reciba el texto ante las imágenes de Isis, Horus y otros dioses, y si se le hacía comer al paciente un papel en el que se había escrito el conjuro, se le garantizaba tener éxito un millón de veces.