COMO PEDRO POR SU CASA. Dícese de la persona que se mueve con desenvoltura en un lugar que no le es propio. En ocasiones tiene un significado peyorativo, porque se trata de un intruso cuya actitud es impertinente, arrogante o excesiva. Un antiguo refrán decía: «Algo va de Pedro a Pedro», y significaba que existen diferencias incluso entre los que parecen iguales. Y otros, también olvidados: ”Viejo es Pedro para cabrero”, “Bien se está Pedro en Roma, aunque no coma”. Todos estos refranes, y otros muchos, indican que Pedro es el nombre que se le da a cualquier individuo, para personalizar las frases hechas, los dichos o los refranes. Con especialidad, Pedro parece representar al dueño o al amo de una casa, como si se tratase de una antiquísima relación de las palabras cristianas según las cuales San Pedro era la piedra angular o primera piedra de la Casa de Dios. Algunos autores, sin embargo, han tratado de identificar a este Pedro con Pedro I de Aragón (siglos XI y XII) aludiendo a un antiguo dicho: “Entrarse como Pedro por Huesca”, aludiendo a la poca resistencia que tuvo este rey en la torna de dicha ciudad. (MPA)