Tertuliano
(Quinto Septimio Florente) Apologista y heterodoxo latino, nacido y muerto en Cartago (160-220). Descendiente de paganos y pagano él mismo durante su juventud, sus padres le dieron esmerada educación científica. Llevado de su carácter sombrío y de espíritu rigorista, después de haberse convertido al cristianismo ingresó en la secta de los montanistas, donde pronto se constituyó en jefe de una facción cuyos adeptos tomaron el nombre de tertulianistas. Es autor de numerosos escritos, pero la obra que le dio fama universal es El apologético. Brioso polemista, de penetrante inteligencia y elocuencia avasalladora, Tertuliano sobresale por la profundidad con que toca todas las materias y por la pasión desbordada que pone en la lucha. Diríase que su afán es aniquilar al adversario. Una vez afiliado a la secta de Montano, ataca con la misma violencia a los paganos convertidos al cristianismo, que a los cristianos. Abrasado por el fuego de su pasión, exageró los principios de la moral, y la hizo así impracticable para la mayoría de los mortales
(Quinto Septimio Florente) Apologista y heterodoxo latino, nacido y muerto en Cartago (160-220). Descendiente de paganos y pagano él mismo durante su juventud, sus padres le dieron esmerada educación científica. Llevado de su carácter sombrío y de espíritu rigorista, después de haberse convertido al cristianismo ingresó en la secta de los montanistas, donde pronto se constituyó en jefe de una facción cuyos adeptos tomaron el nombre de tertulianistas. Es autor de numerosos escritos, pero la obra que le dio fama universal es El apologético. Brioso polemista, de penetrante inteligencia y elocuencia avasalladora, Tertuliano sobresale por la profundidad con que toca todas las materias y por la pasión desbordada que pone en la lucha. Diríase que su afán es aniquilar al adversario. Una vez afiliado a la secta de Montano, ataca con la misma violencia a los paganos convertidos al cristianismo, que a los cristianos. Abrasado por el fuego de su pasión, exageró los principios de la moral, y la hizo así impracticable para la mayoría de los mortales