En el funeral de un albañil, un hombre desconocido por la
familia llora amargamente, se le acerca la mujer del difunto, y dice:
- Era usted
amigo suyo?
- Si
- Le queria mucho?
- Si, sus ultimas palabras fueron para mi.
- Ah, si? y cuales fueron?
- Mariano, no muevas el andamio!