Las autoridades de los bomberos en California encontraron un cadáver en una parte totalmente quemada de un bosque, mientras evaluaban los daños causados por un incendio forestal.
Los restos eran los de un hombre vestido con un traje completo de buceo (wet suit), los tanques de oxígeno en la espalda, las aletas, y la máscara de buceo.
La necropsia reveló que no había muerto a causa de las quemaduras, sino por graves lesiones internas.
Los registros dentales brindaron una identificación positiva. Los investigadores se abocaron a determinar cómo, un buceador totalmente equipado, había ido a dar en medio de un incendio forestal. Se estableció que, el día del incendio, esa persona había viajado a bucear a un lugar a unos cuarenta kilómetros del bosque incendiado. Los bomberos, buscando controlar el fuego tan rápidamente como fuera posible, llamaron a una flota de helicópteros con unos enormes recipientes para transportar agua.
El agua tuvieron que sacarla del mar y trasladarla al incendio forestal, y vaciar los recipientes.
¿Adivinaron qué pasó?
Un instante, nuestro buceador estaba como el delfín Flipper en medio del
Pacífico y al siguiente, estaba nadando con estilo pecho en un enorme recipiente, a cien metros del suelo.
Aparentemente, él logró apagar exactamente 1.70 metros del fuego.
Ciertamente que hay días que es mejor no levantarse de la cama.
Este artículo se tomó del diario California Examiner, del 20 de Marzo de 1998
Los restos eran los de un hombre vestido con un traje completo de buceo (wet suit), los tanques de oxígeno en la espalda, las aletas, y la máscara de buceo.
La necropsia reveló que no había muerto a causa de las quemaduras, sino por graves lesiones internas.
Los registros dentales brindaron una identificación positiva. Los investigadores se abocaron a determinar cómo, un buceador totalmente equipado, había ido a dar en medio de un incendio forestal. Se estableció que, el día del incendio, esa persona había viajado a bucear a un lugar a unos cuarenta kilómetros del bosque incendiado. Los bomberos, buscando controlar el fuego tan rápidamente como fuera posible, llamaron a una flota de helicópteros con unos enormes recipientes para transportar agua.
El agua tuvieron que sacarla del mar y trasladarla al incendio forestal, y vaciar los recipientes.
¿Adivinaron qué pasó?
Un instante, nuestro buceador estaba como el delfín Flipper en medio del
Pacífico y al siguiente, estaba nadando con estilo pecho en un enorme recipiente, a cien metros del suelo.
Aparentemente, él logró apagar exactamente 1.70 metros del fuego.
Ciertamente que hay días que es mejor no levantarse de la cama.
Este artículo se tomó del diario California Examiner, del 20 de Marzo de 1998