Éste me lo acaba de enviar un
amigo.
Un hombre estaba sentado tranquilo, leyendo el periódico, cuando su mujer, furiosa, llega de la cocina y le salpica una hostia con una sartén que casi le revienta la cabeza.
- ¡Por Dios! ¿Pero, qué coño te pasa?
- ¡Es por el papelito que encontré en el bolsillo de tu pantalón, cabrón, con el nombre de "Marylou" y un número!
- Joder, cariño... ¿te acuerdas del día que fui a los
caballos? Pues Marylou era el
caballo al que aposté, y el número es cuánto
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