Guerra de Afganistán
Desde que en 1978 Noor Mohammed Taraki lider del Partido Comunista se hizo con el poder, comienza el ciclo de guerras civiles con fuerte injerencia de distintos gobiernos extranjeros. Al año siguiente (1979) la URSS promueve un "golpe en palacio", Taraki es asesinado y fue sustituido por Babrak Karmal. Las tropas soviéticas penetran en el país "para apoyar la opción de progreso". Esto suponía enfrentarse tanto a la facción comunista de Taraki como a las distintas guerrillas islamistas. Como es sabido, la presencia soviética no sólo no consiguió pacificar el país sino que recrudeció la guerra de guerrillas. Guerrillas que empezaron a recibir importante ayuda de Estados Unidos, China y Pakistán. En setiembre de 1987, fue elegido presidente del país Haji Mohamed Nayibulá, secretario general del partido comunista, quién ocupó su nuevo cargo sin dejar el antiguo, con lo que concentro en su persona los mas amplios poderes de Afganistán. En Abril de 1988, Nayibulá firmó con Pakistán, la URSS y EEUU los acuerdo de Ginebra para la retirada de las tropas soviéticas que concluyó en febrero de 1989. La retirada soviética y la desaparición de la guerra fría tras la caída del Muro de Berlín no pararon la guerra civil que se prolonga hasta el día de hoy. Lo que aparentaba ser un episodio más del enfrentamiento este-oeste se revela como una guerra en la que en realidad priman intereses enfrentados mucho más "domésticos". De hecho, en la fase actual del conflicto se enfrentan: Por una parte el gobierno de los talibanes compuesto por la mayoría étnica del país (ghalzays, durraníes o patshunes, a quienes los británicos llamaron patanes). Su principal apoyo son Pakistán y Arabia Saudí. Pero durante años recibieron apoyo económico y militar de USA y China. Por la otra, un ejército heterogéneo formado por las distintas minorías: uzbecos y tayikos (con fuerte apoyo de las repúblicas ex - sovíeticas "hermanas" de Uzbekistán y Tayikistán, y el indisimulado de la Rusia de Putin) más la minoría hazara de origen mongo. Estos últimos al profesar mayoritariamente la religión musulmana chiita gozan del apoyo del gobierno de los ayatolás de Irán y sufren la represión de los talibanes (que son sunnitas). Este panorama permite percibir que "sorprendentemente" Irán y Rusia pueden apoyar al mismo bando, y que Estados Unidos que sostuvo a los talibanes, ahora es capaz de organizar bombardeos aéreos contra ellos con la excusa de que han dado refugio a Bin Laden y por lo tanto son soporte del "terrorismo internacional", en abierta oposición a dos de los más fieles aliados USA en el mundo islámico como son Pakistán y Arabia Saudí.
La guerra civil que asoló este país hasta 1992 dejó un saldo de 1 000 000 de muertos, 500 000 mutilados y ocho millones (la mitad de la población antes de la guerra) de desplazados internos y refugiados en los paises vecinos Pakistán e Irán. No ha durado mucho el tiempo de paz, la situación después de la guerra dejó el camino abierto a las reivindicaciones de grupos extremistas talibanes, que violentamente se han hecho con el control de buena parte del país e instaurado un régimen autoritario que tiene su base en las doctrinas extremistas que profesan. Las violaciones de derechos humanos han sido una constante desde entonces. Las mujeres han sido el blanco colectivo más desfavorecido.
Desde que en 1978 Noor Mohammed Taraki lider del Partido Comunista se hizo con el poder, comienza el ciclo de guerras civiles con fuerte injerencia de distintos gobiernos extranjeros. Al año siguiente (1979) la URSS promueve un "golpe en palacio", Taraki es asesinado y fue sustituido por Babrak Karmal. Las tropas soviéticas penetran en el país "para apoyar la opción de progreso". Esto suponía enfrentarse tanto a la facción comunista de Taraki como a las distintas guerrillas islamistas. Como es sabido, la presencia soviética no sólo no consiguió pacificar el país sino que recrudeció la guerra de guerrillas. Guerrillas que empezaron a recibir importante ayuda de Estados Unidos, China y Pakistán. En setiembre de 1987, fue elegido presidente del país Haji Mohamed Nayibulá, secretario general del partido comunista, quién ocupó su nuevo cargo sin dejar el antiguo, con lo que concentro en su persona los mas amplios poderes de Afganistán. En Abril de 1988, Nayibulá firmó con Pakistán, la URSS y EEUU los acuerdo de Ginebra para la retirada de las tropas soviéticas que concluyó en febrero de 1989. La retirada soviética y la desaparición de la guerra fría tras la caída del Muro de Berlín no pararon la guerra civil que se prolonga hasta el día de hoy. Lo que aparentaba ser un episodio más del enfrentamiento este-oeste se revela como una guerra en la que en realidad priman intereses enfrentados mucho más "domésticos". De hecho, en la fase actual del conflicto se enfrentan: Por una parte el gobierno de los talibanes compuesto por la mayoría étnica del país (ghalzays, durraníes o patshunes, a quienes los británicos llamaron patanes). Su principal apoyo son Pakistán y Arabia Saudí. Pero durante años recibieron apoyo económico y militar de USA y China. Por la otra, un ejército heterogéneo formado por las distintas minorías: uzbecos y tayikos (con fuerte apoyo de las repúblicas ex - sovíeticas "hermanas" de Uzbekistán y Tayikistán, y el indisimulado de la Rusia de Putin) más la minoría hazara de origen mongo. Estos últimos al profesar mayoritariamente la religión musulmana chiita gozan del apoyo del gobierno de los ayatolás de Irán y sufren la represión de los talibanes (que son sunnitas). Este panorama permite percibir que "sorprendentemente" Irán y Rusia pueden apoyar al mismo bando, y que Estados Unidos que sostuvo a los talibanes, ahora es capaz de organizar bombardeos aéreos contra ellos con la excusa de que han dado refugio a Bin Laden y por lo tanto son soporte del "terrorismo internacional", en abierta oposición a dos de los más fieles aliados USA en el mundo islámico como son Pakistán y Arabia Saudí.
La guerra civil que asoló este país hasta 1992 dejó un saldo de 1 000 000 de muertos, 500 000 mutilados y ocho millones (la mitad de la población antes de la guerra) de desplazados internos y refugiados en los paises vecinos Pakistán e Irán. No ha durado mucho el tiempo de paz, la situación después de la guerra dejó el camino abierto a las reivindicaciones de grupos extremistas talibanes, que violentamente se han hecho con el control de buena parte del país e instaurado un régimen autoritario que tiene su base en las doctrinas extremistas que profesan. Las violaciones de derechos humanos han sido una constante desde entonces. Las mujeres han sido el blanco colectivo más desfavorecido.
