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El misterio de la casa matusita
Muchos que han visitado Lima y han llegado al centro de la ciudad, han pasado sin saberlo por uno de los lugares más terroríficos jamás vistos.
La leyenda urbana que se teje en torno a esta casa, narra la escalofriante historia de un empleador que fue muy cruel con sus empleados. Las oficinas de esta conocida tienda albergaba en su segundo piso, un cuarto grande, donde el dueño de la antigua casa emitía sus acostumbrados gritos a sus asustados sirvientes.
Cansados de estas vejaciones, los empleados trazaron su plan de venganza. Así fue, que tiempo después y durante una reunión que se producía en el segundo piso entre el dueño y sus amigos. Los empleados llevaron bebidas, mezcladas con un potente veneno, para luego cerrar la puerta por fuera para que nadie escape.
Gran sorpresa fue cuando los invitados y el anfitrión de la casa empezaron a emitir los más terribles insultos y desgarradores gritos detrás de la puerta, luego de un rato, el silenció predecía la muerte inevitable de todos en la habitación. Los sirvientes abrieron la puerta y lo que encontraron fue sencillamente innarrable. Cuerpos mutilados y escenas de sangre, lo que ocasionó que aquellos sirvientes enloquecieran y se suicidaran.
Cada vez que alguien quería entrar era espantado por aquellas apariciones y extraños personajes. En los años ochenta un periodista pasó una noche y terminó en el sanatorio, mientras que tiempo antes, un sacerdote entró y se suicidó debido a misteriosos sucesos en el segundo piso de la casa Matusita en Lima, Perú.
Muchos que han visitado Lima y han llegado al centro de la ciudad, han pasado sin saberlo por uno de los lugares más terroríficos jamás vistos.
La leyenda urbana que se teje en torno a esta casa, narra la escalofriante historia de un empleador que fue muy cruel con sus empleados. Las oficinas de esta conocida tienda albergaba en su segundo piso, un cuarto grande, donde el dueño de la antigua casa emitía sus acostumbrados gritos a sus asustados sirvientes.
Cansados de estas vejaciones, los empleados trazaron su plan de venganza. Así fue, que tiempo después y durante una reunión que se producía en el segundo piso entre el dueño y sus amigos. Los empleados llevaron bebidas, mezcladas con un potente veneno, para luego cerrar la puerta por fuera para que nadie escape.
Gran sorpresa fue cuando los invitados y el anfitrión de la casa empezaron a emitir los más terribles insultos y desgarradores gritos detrás de la puerta, luego de un rato, el silenció predecía la muerte inevitable de todos en la habitación. Los sirvientes abrieron la puerta y lo que encontraron fue sencillamente innarrable. Cuerpos mutilados y escenas de sangre, lo que ocasionó que aquellos sirvientes enloquecieran y se suicidaran.
Cada vez que alguien quería entrar era espantado por aquellas apariciones y extraños personajes. En los años ochenta un periodista pasó una noche y terminó en el sanatorio, mientras que tiempo antes, un sacerdote entró y se suicidó debido a misteriosos sucesos en el segundo piso de la casa Matusita en Lima, Perú.