B. Acidez: La acidez de los vinos se siente al frente y a los lados de la lengua (justo en el mismo lugar en el que sentimos la acidez de un limón, una naranja o un kiwi). Al igual que la fruta, el vino necesita cierto nivel de acidez para lograr su sabor, pero demasiada acidez hace que el vino sepa avinagrado o como a alcohol de curación. Algunos vinos necesitan acidulantes químicos para adquirir el brío necesario (sobre todo en las zonas más calurosas). Los vinos cultivados en las zonas más frías tienen más altos niveles de acidez.