No hay nada más ensordecedor que el sonido del silencio, culpa, calla, recapacita, centra, calma, reverdece....
¡Óyelo!
¡Óyete!
¡Óyeme!
¡Óyenos!
Rocío Chalco Vargas
Maracaibo, Venezuela
¡Óyelo!
¡Óyete!
¡Óyeme!
¡Óyenos!
Rocío Chalco Vargas
Maracaibo, Venezuela