La idea del humor y del absurdo de Miguel Gila se basaba en una distorsión natural y suave de las situaciones y en una simplificación del lenguaje. Le bastaba un teléfono para una puesta en escena sin retóricas pero preñada de complejos significados. Un teléfono o la vestimenta de un campesino sin zafias imposturas eran inseparables de la personalidad de Miguel Gila.
El tipo de paleto, sin caricaturas y más ingenuo que cerril, ayudó a crear una imagen y a consolidar un éxito que fue indiscutible en varios frentes: radio, teatro, televisión y cine. En el fondo, el español de base, tuviera la ideología que tuviera, se sentía identificado y redimido por él. Gila expresaba la conmovedora sensibilidad del perdedor fuera cual fuera el status social y la altura intelectual.
El tipo de paleto, sin caricaturas y más ingenuo que cerril, ayudó a crear una imagen y a consolidar un éxito que fue indiscutible en varios frentes: radio, teatro, televisión y cine. En el fondo, el español de base, tuviera la ideología que tuviera, se sentía identificado y redimido por él. Gila expresaba la conmovedora sensibilidad del perdedor fuera cual fuera el status social y la altura intelectual.