Por cierto, la gata se nota que no le falta ni gloria bendita eh? esta como se dice en mi pueblo "aceboná"
Buenas tardes Jose Manuel.
Como se decía en mi pueblo: "tiene una buena fritá"
No es que se comieran los gatos por costumbre, pero era una broma muy habitual entre amigos, aquello de juntarse a comer unos conejos, y de paso preparar un gato de la misma forma que el conejo, para darle a probar a los incautos, y una vez terminada la comida, hasta el último trozo de carne, era cuando venía la parte buena.
Enseñar las pieles y las cabezas de las piezas que se habían degustado, y que quieres que te diga, unos se lo tomaban mejor y otros peor. Una vez recuerdo que nos los prepararon en un bar del pueblo, y el propietario incluso estaba sentado a la mesa con nosotros, participando en la broma, y la que no sabía nada era su mujer, que además fúe la que preparó los conejos y los sucedaneos de conejos.
Pues cuando terminamos y se dió cuenta del engaño, ya que ella los había probado para darle el punto de sal y picante, imaginate, salió corriendo detrás de nosotros tirándonos las sartenes y llamandonos todo lo que se le pudo ocurrir. El marido se tronchaba de risda, igual que nosotros, pero las sartenes no volvieron más a su cocina, fueron directamente a la basura, y nosotros teníamos que pensarlo muy bien cada vez que queriamos entrar al bar, porque al menor descuido algo salía volando desde la cocina en dirección a la cabeza.
Hoy día ya no se gastan ese tipo de bromas, pero en aquellos tiempos, era una cosa bastante normal.
Vaya rollo que te he soltado.
Que pases una buena tarde.
Hasta luego.
Como se decía en mi pueblo: "tiene una buena fritá"
No es que se comieran los gatos por costumbre, pero era una broma muy habitual entre amigos, aquello de juntarse a comer unos conejos, y de paso preparar un gato de la misma forma que el conejo, para darle a probar a los incautos, y una vez terminada la comida, hasta el último trozo de carne, era cuando venía la parte buena.
Enseñar las pieles y las cabezas de las piezas que se habían degustado, y que quieres que te diga, unos se lo tomaban mejor y otros peor. Una vez recuerdo que nos los prepararon en un bar del pueblo, y el propietario incluso estaba sentado a la mesa con nosotros, participando en la broma, y la que no sabía nada era su mujer, que además fúe la que preparó los conejos y los sucedaneos de conejos.
Pues cuando terminamos y se dió cuenta del engaño, ya que ella los había probado para darle el punto de sal y picante, imaginate, salió corriendo detrás de nosotros tirándonos las sartenes y llamandonos todo lo que se le pudo ocurrir. El marido se tronchaba de risda, igual que nosotros, pero las sartenes no volvieron más a su cocina, fueron directamente a la basura, y nosotros teníamos que pensarlo muy bien cada vez que queriamos entrar al bar, porque al menor descuido algo salía volando desde la cocina en dirección a la cabeza.
Hoy día ya no se gastan ese tipo de bromas, pero en aquellos tiempos, era una cosa bastante normal.
Vaya rollo que te he soltado.
Que pases una buena tarde.
Hasta luego.
Jajajaajjajaja, no te preocupes, si eso tambien lo hemos hecho los amigos en algun que otro dia de campo y no veas la que se armó!
Pues por aquí la amiga Las Matas, me parece a mí que se ha asustado cundo lo ha leído.
Pero es normal en cada zona hay o mejor dicho había unas costumbres diferentes.
Una vez me contó un Brigada en la mili, que en su pueblo, no recuerdo si era de la provincia de Albacete o de Ciudad Real, salían todos los del pueblo al campo a cazar lagartos, y luego se los comían.
Y era un día de fiesta en el pueblo.
Pero es normal en cada zona hay o mejor dicho había unas costumbres diferentes.
Una vez me contó un Brigada en la mili, que en su pueblo, no recuerdo si era de la provincia de Albacete o de Ciudad Real, salían todos los del pueblo al campo a cazar lagartos, y luego se los comían.
Y era un día de fiesta en el pueblo.