En el confesionario de la iglesia de un pueblito:
-Padre, anoche me acosté con Sandra.
- ¿Con Sandra? ¿la misma Sandra que los dos conocemos? ¿la que tiene 18 años, rubia, ojos celestes, 1.78? Vete hijo, no te puedo perdonar.
- ¿Pero por qué padre? ¡Tengo derecho!
- ¡No te puedo perdonar hijo porque con lo buena que está Sandra no creo que te arrepientas nunca!
-Padre, anoche me acosté con Sandra.
- ¿Con Sandra? ¿la misma Sandra que los dos conocemos? ¿la que tiene 18 años, rubia, ojos celestes, 1.78? Vete hijo, no te puedo perdonar.
- ¿Pero por qué padre? ¡Tengo derecho!
- ¡No te puedo perdonar hijo porque con lo buena que está Sandra no creo que te arrepientas nunca!