Su hábitat debe estar próximo a arroyos y en bosques de cualquier tipo. Las ardillas no hibernan, pero sí que reducen su actividad tanto en épocas de frío como de calor, refugiándose en sus nidos. Desarrollan su vida preferentemente en las horas crepusculares. Las hembras suelen tener de 2 a 4 crías dos veces al año y curiosamente, construyen más de un nido, uno para las crías y otros para refugiarse o almacenar alimentos que puedan necesitar en tiempos de escasez.