Michael Jackson fue una figura de fulgurante carrera pues alcanzó su cúspide comercial y de fama con apenas 25 años de edad. Pero en él se mezclaron (como opinó el presidente Barack Obama) el éxito y tristes circunstancias personales. Las exigencias de su profesión, su afán de perfeccionismo y superación, y el acoso de la prensa, fueron factores que unidos a su timidez y sensibilidad extremas, le causaron un estrés y demás problemas de salud que se agravaron en la década de 1990 por problemas judiciales.