Primero aparece en "Cyborg II", una versión baratilla de "Terminator" que sólo llegó a los videoclubs. Pero su primera actuación remarcable fue en "Hackers", una historia sobre piratas informáticos de esas con gráficos de ordenador que ahora nos parecen ridículos. De allí nació su fama y su primer matrimonio, a los veinte años, con su compañero de reparto John Lee Miller, que sería un yonky en "Trainspotting".