Luego volvió a USA y se matriculó en la Universidad de Miami. A falta de pocos créditos para terminar, deja la carrera impaciente para probar suerte. Pero empieza bastante mal y allá por 1973 le habían echado de todas las agencias de cásting de Nueva York. No querían ni sus guiones ni su careto. Al año siguiente llegó su primera oportunidad con un papel superior al de típico "chupacámaras": la película de adolescentes rebeldes "The Lords of Flatbush".