El conocido director y guionista norteamericano Brian de Palma se fijó en él y le propuso interpretar un papel en el film Los intocables de Eliot Ness. Más tarde el director Francis Ford Coppola también apostaría por su talento con El Padrino III, cuyo trabajo le lanzó definitivamente a la fama y reconocimiento internacional resultando candidato al Oscar como mejor actor secundario.