Frente a un espejo:
Concéntrese sobre su imágen, sin cerrar los ojos, justo hasta que comience a vacilar, siéntese confortablemente frente a su imágen, y continue fijándola y repita candenciosamente su nombre; haciendo conciliar su Yo con la imágen aparecida.
Concéntrese sobre su imágen, sin cerrar los ojos, justo hasta que comience a vacilar, siéntese confortablemente frente a su imágen, y continue fijándola y repita candenciosamente su nombre; haciendo conciliar su Yo con la imágen aparecida.