Las diabólicas luces de Alcolea (Almería)
DEL 24 al 26 de abril de 1987, las denominadas luces misteriosas aparecidas cerca de un cortijo abandonado en el paraje de Los Llanillos del termino municipal de Alcolea, activó la presencia de diversos medios de comunicación de la provincia al ir conociéndose que progresivamente un alto numero de vecinos acudían en peregrinación hasta esta localidad para observar estos extraños y anómalos fenómenos.
La noticia de las luces "misteriosas" recogida en los medios de comunicación almerienses, potenció la curiosidad de otros convecinos de municipios limítrofes para comprobar "in situ" todo cuanto se murmuraba referente al "fenómeno", lo que provocó una amplia concentración de personas que no querían perderse "el espectáculo". Algunas de esas noches se llegaron a congregar casi un centenar de curiosos en Los Llanillos.
Para todos, hubo un elemento común. Lo que unánimemente comentaban los testigos según ellos presentes del suceso, fue que se trataba de una luz rojiza del tamaño de un puño o de un huevo y de una intensidad sumamente variable. Y un dato muy directo. Las apariciones solían sucederse a partir de las once de la noche. Las crónicas en su día recogían, que hasta el hermano del alcalde de Alcolea en aquella fechas llegó a ver las singulares luces.
DEL 24 al 26 de abril de 1987, las denominadas luces misteriosas aparecidas cerca de un cortijo abandonado en el paraje de Los Llanillos del termino municipal de Alcolea, activó la presencia de diversos medios de comunicación de la provincia al ir conociéndose que progresivamente un alto numero de vecinos acudían en peregrinación hasta esta localidad para observar estos extraños y anómalos fenómenos.
La noticia de las luces "misteriosas" recogida en los medios de comunicación almerienses, potenció la curiosidad de otros convecinos de municipios limítrofes para comprobar "in situ" todo cuanto se murmuraba referente al "fenómeno", lo que provocó una amplia concentración de personas que no querían perderse "el espectáculo". Algunas de esas noches se llegaron a congregar casi un centenar de curiosos en Los Llanillos.
Para todos, hubo un elemento común. Lo que unánimemente comentaban los testigos según ellos presentes del suceso, fue que se trataba de una luz rojiza del tamaño de un puño o de un huevo y de una intensidad sumamente variable. Y un dato muy directo. Las apariciones solían sucederse a partir de las once de la noche. Las crónicas en su día recogían, que hasta el hermano del alcalde de Alcolea en aquella fechas llegó a ver las singulares luces.
es algo parecido al otro
Si, pero esto es de la página de un periodico, y ponía de Almería. El periodico es "El Almería. es"
parecido era solo el primero despues no