La cosecha de 1845 fue destruida por un hongo (phytophthora infestans) conocido comúnmente como roya, que se había propagado desde Norteamérica hasta Europa. Todas las circunstancias apuntaban a que el desastre iba a ser inminente a principios del otoño de 1845, pero el gobierno británico no supo reaccionar a tiempo y fue incapaz de dar una solución a una crisis de tal magnitud. Durante el invierno de 1845-1846, el gobierno conservador presidido por sir Robert Peel compró alimentos a la India por valor de 100.000 libras, los distribuyó entre los necesitados y puso en marcha proyectos como la construcción de un canal para crear puestos de trabajo.