El Hindenburg se elevó lentamente al cielo de Frankfort la noche del 3 de mayo. Sus plazas de pasajeros estaban semivacías (aunque reservadas casi totalmente para el viaje de regreso) y los 36 pasajeros a bordo, con una tripulación normal, hacían un total de 97 personas. La hora estimada de llegada a Lakehurst era 8 a. m., del día 6, pero muy pronto el capitán Max Pruss se dio cuenta de que fuertes vientos de frente iban a trastornar el itinerario.