El mal tiempo obligó a Pruss a retrasar aún más la llegada, y no fue sino hasta las 7 p. m., cuando el Hítidenburg empezó a aproximarse al mástil de anclaje de Lakehurst. Las primeras cuerdas fueron lanzadas a la tripulación de tierra a las 7:25 p. m. Un Herb Morrison ligeramente fastidiado inició su comentario, sin darse cuenta de que su narración se convertiría en una de las grabaciones más conmovedoras.