Nos pasábamos muchas noches hablando de las posibilidades de nuestra liberación y analizando con comentarios interminables los últimos acontecimientos de la guerra, tal como los entendíamos. En ocasiones muy contadas, nos llegaba de contrabando algún periódico alemán, y estábamos examinando horas y horas cada una de sus palabras, para sacar una partícula de verdad de entre todas aquellas mentiras.