En algún momento del pasado, cierto tipo de pinzón llegó a las islas Galápagos, situadas en el océano Pacífico frente a la costa occidental de Sudamérica. Sus descendientes ocuparon nichos ecológicos distintos en las diferentes islas, dando lugar a 14 especies, todas ellas pertenecientes a esta familia. Una de ellas evolucionó fuera del archipiélago de las Galápagos, y llegó hasta la isla de Cocos, casi 800 km al noreste. Todos son negruzcos o gris pardusco apagado, con o sin rayas. Difieren por su tamaño y la forma de sus picos. Estos últimos van desde el típico pico de insectívoro a un pico grueso y poderoso capaz de romper nueces y semillas. Una de las especies, el asadorero, usa herramientas, en concreto una espina de cactus, para sacar larvas de los agujeros de los árboles.