Su alimentación se basa principalmente en los productos que le proporciona el propio medio, como algas y diversos insectos; libélulas, caracoles de agua, larvas de mosquito, etc. Su dieta también se puede componer de los productos comerciales creados para los peces de estanque, pero es muy importante no dar comida en exceso ya que puede derivar en futuras enfermedades. Si hay demasiado alimento en el agua, lo que no se ha consumido se pudre y genera un foco de bacterias.